Macron aclara la posición francesa sobre Taiwán 

El presidente Emmanuel Macron fue cuestionado por periodistas sobre sus comentarios respecto a Taiwán, que provocaron críticas en Estados Unidos y Europa. El mandatario galo afirmó que la posición de su país sobre Taiwán no ha cambiado y que está a favor del actual "statu quo" respecto a la isla que China reclama como parte de su territorio.

Por OnzePress
Ludovic Marin | AFP | Getty Images

Una gira que empezó con tropiezos. El presidente francés, Emmanuel Macron, tuvo que explicar sus propios comentarios sobre China y Taiwán, que suscitaron preguntas luego de su visita la semana pasada a Beijing. El mandatario galo aseguró que la postura de Francia sobre la isla no ha cambiado.

La controversia empezó el domingo cuando se publicó una entrevista que Macron brindó al diario francés ‘Les Echos’ y ‘Politico Europe’. Sus palabras generaron dudas sobre si las opiniones de Macron coincidían con la postura de la Unión Europea y Washington sobre el estatus de Taiwán.

«La pregunta que debemos responder, como europeos, es la siguiente: ¿Nos interesa acelerar (una crisis) en Taiwán? No», comentó Macron en esa entrevista. «Lo peor sería pensar que los europeos debemos convertirnos en seguidores en este tema y seguir el ejemplo de la agenda de Estados Unidos y de una reacción exagerada de China», agregó.

En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas por Taiwán, estas declaraciones generaron un fuerte rechazo por ser consideradas complacientes con China y alejadas del discurso europeo y estadounidense sobre el modelo de gobernanza que rige en Beijing. Mientras que en China celebraron las palabras del presidente francés. 

«Señalan el callejón sin salida en la estrategia de EE. UU. para persuadir a Europa de que contenga a China», reaccionó en un editorial el diario chino ‘Global Times’.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, asisten a una rueda de prensa durante la visita de Estado de Macron a los Países Bajos, en Ámsterdam, Países Bajos, 12 de abril de 2023.  © Piroschka van de Wouw / Reuters

Macron intenta apagar el incendio

Pero varios políticos, diplomáticos y analistas europeos consideraron los comentarios de Macron como «un regalo» a lo que creen es el objetivo de Beijing de desmantelar la unidad transatlántica. 

En general, consideran que Macron mantiene una postura débil respecto a Taiwán al advertir de que Europa no debería verse «atrapada en crisis» que no son «propias» del viejo continente. Sin embargo, su oficina insistió en que esa no era la intención y que su postura sobre Taiwán y China es inamovible.

«Ahora se trata en gran medida de controlar los daños… Pero la nube de la visita de Macron es muy grande y todavía no está muy claro cómo se desarrollará este equilibrio al final», comentó Alicja Bachulska, investigadora de las relaciones China-UE en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores en Varsovia, a Reuters.

También otro hecho que ha sido cuestionado sobre su visita a Beijing fue de que Macron no mencionó Taiwán en su declaración pública a la prensa en el Gran Salón del Pueblo de Beijing la semana pasada.

Pero este miércoles, en Países Bajos, Macron salió a reorganizar sus palabras. 

La posición de Francia y de los europeos sobre Taiwán es la misma.Estamos a favor del statu quo, y esta política es constante.

aclaró Macron a los periodistas en Ámsterdam.

«No ha cambiado. Es la política de una sola China y la resolución pacífica de la cuestión», agregó.

El líder francés aseguró que comparte la postura de una «región Indo-Pacífica abierta» con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aunque cada uno tuviera su propio enfoque sobre China. «Puedo decirles que él quiere evitar cualquier escalada a pesar de la tensión actual», reiteró Macron.

También el martes, Macron matizó sus comentarios del domingo diciendo a sus vecinos europeos: «Si ustedes pierden la soberanía, o si aceptan depender de otras potencias, ya no decidirán por sí solos». 

«Esto no significa que vayamos a alejarnos de nuestros aliados, sino que elegiremos a nuestros aliados y socios. En vez de ser testimonios, debemos ser lo que decidimos», agregó.

Un manifestante es detenido por agentes de policía mientras el presidente francés Emmanuel Macron y el rey holandés Willem-Alexander llegan a la facultad de ciencias de la UvA, Universidad de Ámsterdam, Países Bajos, miércoles 12 de abril de 2023.  © Peter Dejong / AP

Una visita bajo la sombra de la reforma de pensiones

Macron viajó acompañado de su esposa, Brigitte Macron, en la primera visita de Estado que realiza un presidente francés a Países Bajos en 23 años. El mandatario galo y el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, elogiaron el «éxito» de la visita y la cooperación entre Francia y Países Bajos hacia una mejor «autonomía estratégica».

Rutte instó a trabajar hacia una Unión Europea «fuerte» y «resiliente» que pueda «hablar con una sola voz» en los asuntos geopolíticos y reducir su dependencia en temas energéticos.

Macron fue increpado por un par de manifestantes durante su discurso en La Haya, con gritos de «¿dónde está la democracia francesa?», y una pancarta que lo acusaba de «presidente de la violencia y la hipocresía».

Luego, a su llegada a la universidad de Ámsterdam, un hombre que cantaba «On est là» (en español, «aquí estamos») —una frase que se suele escuchar en las protestas en Francia— trató de acercarse corriendo a Macron, pero fue reducido por el personal de seguridad.

Los reclamos se derivan por la controversial reforma a las pensiones de Macron, que busca aumentar la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años y que ha generado semanas de protestas en su contra.

«Estoy seguro de que tenemos nuestra responsabilidad de tomar decisiones en el interés de nuestra gente de hoy y mañana. ¿Cómo quieren que abogue por el incremento de la autonomía estratégica de Europa, o convenza a Países Bajos, o Alemania y otros, para emitir deudas comunes durante la crisis de la pandemia si no reformo Francia y me quedo con la situación de finanzas públicas que teníamos hace seis años?», advirtió Macron.

Pero la reforma ahora está en manos del Consejo Constitucional francés, órgano de interpretación de la Carta Magna, que deberá validar o no la ley de reforma tras su aprobación el pasado 16 de marzo sin el voto del Parlamento, luego de que el Gobierno hiciera uso del polémico artículo 49.3.

Comparte este artículo
Deja un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *