El primer día del mes de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores, una efeméride que honra al brazo laboral de todo el mundo y rinden homenaje las victorias históricas de los movimientos laborales.
Año tras año, organizaciones sindicales en diversos territorios organizan manifestaciones multitudinarias para conmemorar la lucha de los trabajadores y seguir con los esfuerzos para mejorar las condiciones laborales en sus respectivas industrias.
Movilizaciones históricas en Europa
Este año, Francia encabeza las manifestaciones sindicales del 1 de mayo. Según los principales sindicatos del país, un aproximado de 2,3 millones de personas han salido a las calles de París, Nantes y Lyon para conmemorar la fecha, pero también para expresar su inconformidad con la reforma pensional impuesta por el gobierno de Emmanuel Macron.
Las protestas en Francia fueron seguidas por confrontaciones violentas con las fuerzas del orden galas. Además, algunos manifestantes irrumpieron en establecimientos comerciales para seguir mostrando su inconformidad con la situación actual. Según el ministerio de Interior francés, al menos 200 personas han sido arrestadas en las movilizaciones.
En Países Bajos, empleados del sindicato más grande del país, el FNV, afirmaron que se irían a huelga contra las autoridades del mismo grupo sindical. Esto en un esfuerzo por aumentar los salarios que reciben.
«Es doloroso que tengamos que ir a la huelga», mencionó la representante de los empleados del FNV, Judith Westhoek. Sin embargo, reiteró la necesidad de los trabajadores a pedir un aumento salarial: «El personal de la FNV también tiene derecho a un acuerdo salarial honesto y adecuado a los tiempos que corren».
En Alemania, las movilizaciones dieron inicio con una concentración masiva denominada «Recuperar la noche», convocada por agrupaciones feministas y defensores de los derechos de la comunidad LGBTQ+. Además, los principales sindicatos alemanes también han liderado marchas en Berlín para conmemorar este día.
Por otro lado, la guerra en Ucrania ha provocado que los tradicionales festejos y movilizaciones dentro de Rusia se vean opacados y limitados por los acontecimientos de la denominada por el Kremlin «operación militar especial» en territorio ucraniano.
En Kiev, algunos ciudadanos se han alejado de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores. Muchos la tildan de una celebración de la época soviética, temporalidad que los ucranianos quieren olvidar.
«Es bueno que no celebremos esta fiesta cómo se hacía en la época bolchevique. Era algo verdaderamente horrible», declaró Anatolii Borsiuk, residente de la capital ucraniana.
En Asia, los trabajadores también salieron a las calles
El movimiento sindical en Sri Lanka organizó múltiples manifestaciones para conmemorar el día. Los trabajadores también expresaron su inconformidad con las políticas de austeridad propuestas por el Gobierno, al igual que con el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional.
Al mismo tiempo, en Corea del Sur, miles de personas se congregaron en Seúl, la capital, para protestar contra el aumento de precios en el país y exigir una reducción en el horario laboral. Se reporta que ha sido la movilización más grande por el 1 de mayo desde que inició la pandemia por Covid-19.
Tokio, la capital japonesa, también experimentó manifestaciones multitudinarias en sus calles. Decenas de académicos, miembros de sindicatos y políticos de la oposición lideraron las olas de trabajadores que salieron a las calles. Además, criticaron al Gobierno japonés por sus planes de aumentar el gasto militar, argumentando que ese dinero debería ir a programas para el bienestar social.
Arrestos y confrontaciones con autoridades gubernamentales
Algunos gobiernos han organizado operativos policiales especiales para proteger ciertas zonas de las movilizaciones, lo que ha provocado hostilidades entre manifestantes y la policía en ciertas partes del mundo.
Las autoridades de Turquía reportan que aproximadamente 40 personas han sido detenidas en las movilizaciones de Estambul, ya que los contingentes intentaban llegar a la histórica plaza de Taksim.
Aunque la plaza tiene un significado importante para los trabajadores turcos —en 1977, individuos armados atentaron contra un grupo de trabajadores que conmemoraba el 1 de mayo en la plaza—, el lugar está vetado para albergar conglomeraciones en este día.
En Pakistán, el Gobierno prohibió las movilizaciones con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, argumentando que la estabilidad política del país podría verse afectada. Sin embargo, la prohibición no ha detenido a los trabajadores, que han convocado a eventos bajo techo para exigir mejores condiciones laborales en el país.
Paquetes legislativos con motivo del 1 de mayo
Los trabajadores, aunque protagonistas del día, no han sido los únicos actores que han actuado con motivo del 1 de mayo.
El Gobierno canadiense cerró un acuerdo con más de 120.000 trabajadores del Estado, que se encontraban en huelga desde hace dos semanas. El acuerdo garantiza un aumento salarial del 12.6% en un periodo de cuatro años y representa el fin de la huelga protagonizada por trabajadores gubernamentales más grande de la historia del país.
En Italia, el Gobierno de la primera ministra, Giorgia Meloni, aprobó un paquete normativo que tiene el objetivo de facilitar la creación de empleos en el país. Una de las medidas facilitaría a las empresas ofrecer empleos temporales, con contratos de 1 a 2 años, y reduciría el «salario ciudadano», un fondo de asistencia social para los desempleados.
Las medidas han sido criticadas por los principales sindicatos italianos, que las consideran «insuficientes» y que no abarcan el problema de los altos índices de «inseguridad laboral».
El Gobierno portugués implementó una disposición legal que le daría la facultad a los trabajadores de obtener un permiso de baja laboral con «autodeclararse» enfermos ante sus empleadores.
Según el Ministerio de Salud, esto no tendría ningún costo para las empresas ni para el Estado porque la duración de la licencia corresponde al periodo en el que el trabajador no es remunerado por la seguridad social mientras está de baja.
El permiso puede durar hasta tres días y tiene el objetivo de aligerar las cargas de la sanidad pública, ya que antes de la medida, los únicos autorizados para expedir bajas por enfermedad eran los médicos en hospitales públicos.