El silencio de Macron sobre su polémica reforma de las pensiones termina el 17 de abril: está previsto que el presidente francés pronuncie un discurso televisado en horario de máxima audiencia para defender la ley que eleva la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
El presidente francés promulgó la reforma menos de 24 horas después de que el Consejo Constitucional francés le diera el visto bueno en la madrugada del sábado 15 de abril. La ley apareció en el Diario Oficial sin estar acompañada de ningún pronunciamiento oficial y con una celeridad que sus opositores consideraron innecesaria, ya que el Gobierno francés tenía un plazo de 15 días para hacerlo.
Este gesto incendió todavía más a los sindicatos, que mantienen las movilizaciones en las calles y que han anunciado que el 17 de abril también es un día de protestas.
Esta no es la primera polémica alrededor de la reforma: Macron ya utilizó el artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar la ley sin necesitar una votación de la Asamblea Nacional. Alrededor del 70% de los franceses rechazan la ley.
Críticas a la promulgación «expedita»
Los partidos de oposición y los líderes de sindicatos criticaron la promulgación realizada por el presidente Macron en la madrugada de este sábado. Desde la izquierda, el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, calificó al mandatario francés, desde su cuenta de Twitter como «ladrón de vida», en referencia al aumento de edad de retiro, que pasaría de 62 a 64 años.
Por su parte, Mathilde Panot, diputada de Francia Insumisa, resaltó que la ley «es injusta e inútil» e invitó a apoyar las movilizaciones.
Fabien Roussel, líder del Partido Comunista francés, también expresó su descontento, refiriéndose a la rapidez con la que el Gobierno promulgó la ley. «Una ley promulgada en plena noche. Como los ladrones, ladrones de vida», señaló en su cuenta oficial en Twitter.
Jérôme Guedj, diputado del Partido Socialista, criticó la «falta de comunicación del Ejecutivo con los parlamentarios» y señaló a través de su cuenta en Twitter, que el gobierno sabía que «varios artículos no tendrían cabida en la reforma».
Desde el otro lado del espectro político, Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional, señaló que el pueblo «tiene la palabra final». Sin embargo, tanto Bardella como Marine Le Pen no se han referido a la promulgación.
Macron espera «pasar la página» y «mantener el rumbo»
La propuesta del presidente francés para reunirse con sindicatos el próximo martes, parece que tendrá que ser postergada. Mientras el lunes Macron tendrá una alocución, los sindicatos descartaron acudir al llamado del Ejecutivo y convocaron a «una jornada de movilización excepcional» en el Día Internacional de Los Trabajadores, el próximo 1 de mayo.
Por su parte, Sophie Binet, secretaria del CGT, llamó a un «tsunami popular» el próximo 1 de mayo. Asimismo, Laurent Escure, sindicalista, señaló «la tendencia pirómana» del Gobierno francés, tras la promulgación de la ley de reforma pensional.
LA CGT rechazó la promulgación y llamó a la movilización, por lo pronto, este 20 de abril y el próximo 28 de abril.
El movimiento social creado desde enero contra la reforma pensional es uno de los más numerosos en Francia en las últimas dos décadas. El 7 de marzo pasado logró convocar aproximadamente entre 1,2 y 3,5 millones de personas, según los datos entregados por la Policía y el sindicato SGT, respectivamente.
El Ejecutivo por su parte, expresó este viernes desde las obras de restauración de Notre-Dame, que «mantener el rumbo, ese es mi lema». Lo que permite entender que no se dará marcha atrás a la reforma.