El mandatario fue más allá y aseguró que su Gobierno está listo para implementar la normativa a partir del último trimestre de 2023.
«Esta reforma es necesaria». Con estas palabras el presidente de Francia, Emmanuel Macron, defendió la instauración de la impopular reforma a las pensiones, que principalmente busca aumentar de 62 a 64 años la edad de jubilación.
Estas declaraciones se produjeron en su primera entrevista con la televisión local, luego de que su Gobierno avalara la enmienda con la aplicación del artículo 49.3 de la Constitución, por lo que la iniciativa quedó exenta de ser sometida a votación en la Asamblea Nacional, la Cámara Baja del Parlamento, donde la derecha no cuenta con mayoría.
El líder del Elíseo también defendió la continuidad en el cargo de su primera ministra Élisabeth Borne. Pese a que su Administración superó dos mociones de censura el pasado lunes 20 de marzo, los diputados de la oposición exigen la renuncia de la premier.
Durante la defensa de la norma, el mandatario también instó a iniciativas para mejorar la situación laboral y salarial de los empleados en la nación.
Aunque la aprobación de la reforma fue hecha a través de un mecanismo constitucional, la oposición política, miles de ciudadanos y sindicatos la consideran una medida antidemocrática, lo que ha elevado la ira en las calles.
Entretanto, la enmienda sigue siendo estudiada en el Tribunal Constitucional, después de que el martes 21 de marzo el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) interpusiera un recurso ante el Consejo Constitucional.
El objetivo es que «ese texto caiga en el olvido de la historia y sea tirado a la basura», señaló Thomas Ménagé, vocero de esa bancada dirigida por la excandidata presidencial, Marine Le Pen.
Por lo pronto, los sindicatos y opositores no desisten y anuncian más protestas. La intersindical convocó a una nueva jornada de huelgas y manifestaciones en Francia contra la reforma de las pensiones para el jueves 23 de marzo.