Criticar a China por Taiwán tendrá consecuencias peligrosas, advirtió el viernes el ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang, al tiempo que insistía en que Pekín es una “fuerza creciente para la paz y la justicia”.
Hace dos semanas, China inició tres días de maniobras militares en torno a Taiwán -simulando ataques selectivos y un bloqueo de la isla- en respuesta a una reunión entre la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy.
“Recientemente, ha habido una retórica absurda acusando a China… de cambiar unilateralmente el statu quo a través del estrecho de Taiwán, mediante la fuerza o la coerción, y de perturbar la paz y la estabilidad a través del estrecho”, dijo Qin al pronunciar el discurso principal en un foro sobre la modernización china.
“Tales afirmaciones van en contra del sentido común básico sobre las relaciones internacionales y la justicia histórica”, dijo a la audiencia en Shanghai. “La lógica es absurda y las consecuencias peligrosas”.
China reclama Taiwán como su territorio y ha prometido poner la isla bajo su control algún día. “La cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses fundamentales de China”, prosiguió Qin.
“Nunca retrocederemos ante ningún acto que socave la soberanía y la seguridad de China. Los que juegan con fuego en Taiwán acabarán quemándose”.
Qin visitará Filipinas más tarde, una semana después de las mayores maniobras militares conjuntas de la historia entre Estados Unidos y Filipinas en el mar de China Meridional, otra zona de disputa territorial para Pekín.
Las declaraciones sobre Taiwán se produjeron al final de un discurso en el que Qin subrayó repetidamente las intenciones pacíficas de China.
“Tenemos el mejor historial en el cumplimiento de los propósitos y principios de la Carta de la ONU, el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales”, afirmó.
Tras destacar el papel de China en la reciente reconciliación entre Arabia Saudita e Irán, reiteró la posición de Pekín como mediador en la guerra de Ucrania.
“China no echa leña al fuego ni se aprovecha de la situación”, afirmó, añadiendo que, por el contrario, está impulsando conversaciones de paz para desescalar la crisis.
“Los hechos han demostrado que la marcha de China hacia la modernización es una fuerza creciente para la paz y la justicia”.
Otros oradores en el Foro Lanting fueron la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff y el ministro de Asuntos Exteriores de Gambia Mamadou Tangara.
“China ha propuesto un camino diferente hacia la modernización”, afirmó Rousseff.
Insistió en que no existe un modelo único de desarrollo, un mensaje que se repitió a lo largo de la ceremonia inaugural del Foro.