El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este jueves un centro de investigación y desarrollo (I+D) de la tecnológica china Huawei, desde hace años en el ojo del huracán por las sanciones impuestas por Estados Unidos, que la considera un peligro para su seguridad nacional.
“Visité el centro de desarrollo de tecnologías de Huawei. La empresa hizo una presentación sobre 5G y soluciones de telemedicina, educación y conectividad. Una inversión muy fuerte en investigación e innovación”, escribió Lula en su cuenta de Twitter en la primera de las dos jornadas de su visita oficial a China, que transcurre en la megalópolis oriental de Shanghái.
La visita de Lula a Huawei, considerada el brazo tecnológico del régimen chino para vigilar las comunicaciones, ocurre mientras en Brasil crece la preocupación por los efectos de los acuerdos que el mandatario brasileño firmará con el presidente chino Xi Jinping. El temor es que puedan poner en peligro la seguridad y la economía del gigante sudamericano debido a que, según varios expertos, el secretismo y la delincuencia transnacional, la corrupción y el blanqueo de dinero por parte de China en estos pactos son fenómenos habituales que van juntos.
Según la Presidencia brasileña, Lula estuvo acompañado del presidente de la tecnológica, Liang Hua, mientras visitó una exposición sobre la presencia de Huawei en Brasil.
“Huawei ha operado en Brasil durante 25 años. La compañía está comprometida con su labor como un socio fiable a largo plazo en el país, contribuyendo al desarrollo sostenible de Brasil, especialmente en materia de educación, sanidad y reindustrialización”, indicó un portavoz de la tecnológica china en un comunicado remitido a EFE.
Pese a que algunos medios habían apuntado que la visita de Lula a Huawei podría ser interpretada como una provocación a Washington, el ministro brasileño de Exteriores, Mauro Vieira, indicó en recientes declaraciones citadas por Bloomberg que no debería darse ese caso: “Si el presidente visita otros países, es probable que visite otras empresas”.
De hecho, el mandatario brasileño mantendrá hoy un encuentro con Wang Chuanfu, el consejero delegado del fabricante de automóviles o baterías BYD, que cuenta con tres fábricas en el país sudamericano: una dedicada al montaje de autobuses eléctricos; otra, de paneles fotovoltaicos, y una tercera de baterías de fosfato de hierro-litio.
Lula también se reunirá con Wang Tongzhou, presidente del consejo de la estatal China Communications Construction Company (CCCC), dedicada principalmente al diseño, construcción y operación de infraestructuras.
Precisamente esta misma semana el presidente brasileño había apuntado a infraestructuras como autopistas o centrales hidroeléctricas entre las “inversiones para generar empleos y nuevos activos productivos” que busca conseguir.
Esta mañana, el político participó en la ceremonia de toma de posesión de la que fuera su sucesora en el cargo entre 2011 y 2016 y aliada política, Dilma Rousseff, como nueva jefa del banco de fomento de los BRICS, el foro que el país integra junto a Rusia, India, China y Sudáfrica.
Antes de volar a Beijing, Lula se entrevistará con el secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) en Shanghái, Chen Jining.
En la capital china, el presidente brasileño será recibido por su homólogo chino, Xi Jinping, así como por el primer ministro, Li Qiang, y el presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), Zhao Leji.
Durante la visita se firmarán una veintena de acuerdos para estrechar lazos en el área comercial, protocolos fitosanitarios, tecnología, desarrollo, transición energética y otros ámbitos de colaboración en el marco de la asociación estratégica bilateral.
Uno de ellos, ya anunciado previamente, copó titulares por establecer la operación directa de transacciones comerciales entre Brasil y China en yuanes, “sin necesidad de dolarización”.