Es la sentencia más dura de su tipo desde que Moscú ordenó la invasión de Ucrania hace más de un año.
Vladimir Kara-Murza, periodista y conocido activista contra la guerra en el vecino país, fue condenado este 17 de abril a 25 años de cárcel.
Un tribunal de la capital rusa lo declaró culpable de los delitos de alta traición y denigración del Ejército, luego de un juicio que representa la más reciente movida de una implacable represión del Gobierno de Vladimir Putin contra quienes se oponen a lo que denomina “operación militar especial” para “desnazificar” al territorio ucraniano.
El fallo en su contra llega luego de que en marzo de 2022 Kara-Murza pronunciara un discurso ante la Cámara de Representantes de Arizona, en el que denunció las acciones de las tropas rusas. Por ese motivo fue detenido en abril del mismo año, señalado de difundir información falsa sobre la institución castrense de su país.
Posteriormente, las autoridades rusas agregaron el cargo de traición vinculando los discursos públicos en los que reprochó las políticas del Kremlin, criticó el conflicto en Ucrania y pidió a las naciones occidentales imponer mayores sanciones contra el Gobierno de Putin.
Kara-Murza, quien sobrevivió dos veces a envenenamientos de los que culpó al Kremlin, rechazó los cargos de los que se le acusa y tildó la situación de persecución política. El activista incluso comparó su condena con “juicios de espectáculo” durante la administración del fallecido dictador de la desaparecida Unión Soviética, Josef Stalin.
Pese a su arresto, el también periodista ha continuado desafiando al Kremlin. En su intervención final ante la corte, la semana pasada, se negó a pedirle al tribunal que lo absolviera y aseguró que mantiene todo lo que ha expresado hasta el momento en contra del mayor conflicto en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
“Nadie debe ser privado de su libertad por ejercer sus derechos humanos”
La sentencia contra Kara-Murza, también de ciudadanía británica, causa el rechazo de organizaciones civiles.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, exigió la liberación del activista y señaló que se trata de “otro golpe al estado de derecho y al espacio cívico” en Rusia.
“Nadie debe ser privado de su libertad por ejercer sus derechos humanos y hago un llamado a las autoridades rusas para que lo liberen sin demora”, subrayó Türk, mediante un comunicado.
Amnistía Internacional también abogó por la liberación del opositor ruso, a quien declaró “preso de conciencia”, al ser condenado únicamente por sus creencias políticas.
“Este veredicto confunde erróneamente el activismo de derechos humanos con la ‘alta traición’ y recuerda la represión de la era de Stalin”, indicó la directora de Amnistía Internacional para Rusia, Natalia Zviagina.
La representante de esta organización agregó que el dictamen de las autoridades rusas es “otro escalofriante ejemplo de la represión sistemática de la sociedad civil, que se ha ampliado y acelerado” después de que el Kremlin enviara tropas a Ucrania.
Aunque esta no es la única sentencia por mostrar oposición al conflicto ordenado por Vladimir Putin sí es la más fuerte. Otro destacado opositor, Ilya Yashin, fue condenado a 8 años y medio de prisión a finales del año pasado, acusado de desacreditar a las fuerzas armadas rusas.
La represión aumenta después de que en marzo de 2022, un mes después de ordenar la invasión, el Kremlin adoptara una ley que penaliza lo que considera difusión de “información falsa” sobre sus tropas.