El poderoso ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, informó este lunes 20 de marzo de su renuncia a través de la red social Twitter. Un anuncio que se da en medio de la investigación por presunta corrupción que se adelanta en Petróleos de Venezuela (PDVSA) y otros sectores del Gobierno.
El Aissami, que ocupó dicha cartera desde 2020, sentencio que sale del ministerio «con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente» el proceso. Así, se mostró dispuesto a ayudar en la campaña anticorrupción del presidente Nicolás Maduro.
La semana pasada, la Policía Nacional Contra la Corrupción anunció que adelantaba una investigación contra funcionarios públicos no identificados en la industria petrolera, el sistema de Justicia y en algunos municipios, sin citar a PDVSA.
Las autoridades arrestaron a un alcalde, dos jueces y tres funcionarios del Gobierno, al menos dos de los cuales están vinculados con PDVSA, según informó la televisión estatal y fuentes familiarizadas con el proceso.
Los funcionarios detenidos incluyen al coronel Antonio Pérez, exvicepresidente a cargo de comercio y suministro de la empresa estatal de petróleo, y al coronel Samuel Testamarck, gerente general de la rama marítima de PDVSA, PDV Marina.
La investigación apunta a que los detenidos estaban vinculados a una serie de cargamentos de petróleo que salían del país sin el debido pago a la empresa. Otros ejecutivos fueron suspendidos de sus cargos.
El año pasado, PDVSA sufrió millonarias pérdidas tras el abandono del país por parte de los petroleros que no hicieron el pago adecuado por sus cargas. Varias empresas han decidido abandonar Venezuela después de que en 2021 lo hiciera TotalEnergies y Equinor.
Luego de asumir su cargo en enero, el nuevo jefe de PDVSA, Pedro Tellechea, ordenó una auditoría y suspendió los contratos de suministro de petróleo.
Este domingo el fiscal general, Tarek William Saab, anunció que estaban investigando delitos en diferentes poderes del Estado y conectados a «sectores estratégicos».
En las últimas detenciones están el alcalde Pedro Hernández de Las Tejerías, un área afectada por inundaciones donde murieron decenas de personas a fines del año pasado, y Joselit Ramírez, el exjefe del organismo de control de activos criptográficos de Venezuela.
Ramírez dirigía desde 2018 el organismo encargado del petro, la moneda digital de Venezuela, y está siendo investigado por casos vinculados a PDVSA, según el diario oficialista ‘Últimas Noticias’.
El Aissami y la corrupción en el gigante petrolero
Arrestar a funcionarios del Gobierno por corrupción no es algo usual en Venezuela, por lo que grupos de derechos humanos como Transparencia Internacional lo han descrito como un hecho «opaco».
En 2017 fueron detenidos varios ejecutivos y dos expresidentes de PDVSA, mientras que en 2018 las autoridades detuvieron a varios ejecutivos por irregularidades administrativas.
Venezuela es uno de los países con las mayores reservas de crudo del mundo, pero en contadas ocasiones los funcionarios rinden cuentas.
El Aissami, uno de los grandes aliados de Maduro, es acusado de ser un capo del narcotráfico por parte de Estados Unidos desde 2017, cuando se desempeñaba como ministro del Interior y gobernador, en el Gobierno del entonces presidente Hugo Chávez.
Según el Departamento del Tesoro estadounidense, El Aissami «supervisó o fue propietario parcial de envíos de narcóticos de más de 1.000 kilogramos desde Venezuela en múltiples ocasiones, incluidos aquellos con destinos finales en México y Estados Unidos».
La oposición aprovecha la investigación y ataca a Maduro
El partido Primero Justicia (PJ) del precandidato presidencial, Henrique Capriles, rechazó «contundentemente» el «nuevo episodio de corrupción del régimen de Nicolás Maduro». Resaltó, además, que para su bancada esa es la «verdadera causa por la que Venezuela se encuentra en ruinas».
En una nota de prensa de PJ aseguró que se trata de «otra prueba de que no es culpa de la presión internacional todo el caos que padece Venezuela», sino de los «personeros del régimen, quienes han llevado al país a la peor crisis de la historia».
Para ellos, la «presión internacional ha sido una gran herramienta para proteger los activos venezolanos y detener toda la corrupción y robo del dinero que le corresponde al país».
El exdiputado Juan Guaidó afirmó que el «régimen de Maduro protagoniza y confirma lo que todos los venezolanos ya saben, que son los responsables de la tragedia y la causa de una emergencia humanitaria compleja que atraviesa hoy el país».
Por su parte, Diosdado Cabello, el oficialista y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), aseguró que los acusados de corrupción son «excepciones» que no cuentan con el respaldo de la formación.
«En la revolución no tienen espacio los corruptos. Ser corrupto no es ser revolucionario, no es revolucionario quien se ponga una camisa roja y esté robando (…) estamos actuando contra esas excepciones», sentenció Cabello desde Caracas.