El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron la instalación de una mesa de conversaciones el próximo 16 de mayo, con el objetivo de avanzar en el proceso de paz en el país. La mesa de conversaciones se llevará a cabo en Cuba y se espera que representantes del gobierno, los líderes del ELN y otros actores de la sociedad civil participen en las negociaciones.
El ELN es una de las últimas guerrillas activas en Colombia, y ha sido considerado por el gobierno como una organización terrorista. Desde su fundación en 1964, ha estado involucrado en una serie de acciones violentas en el país, incluyendo secuestros y ataques a infraestructura petrolera.
La mesa de conversaciones se llevará a cabo después de varios años de negociaciones fallidas entre el gobierno y el ELN. Sin embargo, las partes han expresado su optimismo en que esta vez se logre un acuerdo de paz. El gobierno ha dicho que espera que el ELN abandone las acciones violentas y se comprometa a trabajar por la paz en el país.
El ELN, por su parte, ha dicho que está dispuesto a negociar un acuerdo de paz, pero ha señalado que no está dispuesto a rendirse o a abandonar su lucha por la justicia social en Colombia. La organización ha señalado que espera que las conversaciones aborden temas como la reforma agraria y la protección de los derechos humanos.
El anuncio de la mesa de conversaciones ha sido recibido con una mezcla de esperanza y escepticismo por parte de la sociedad civil en Colombia. Muchos colombianos han expresado su preocupación por la posibilidad de que las negociaciones fracasen, lo que podría llevar a un aumento de la violencia en el país.
Sin embargo, otros han expresado su optimismo de que las negociaciones puedan llevar a un acuerdo de paz duradero entre el gobierno y el ELN, y que esto podría ser un paso importante para la construcción de una sociedad más justa y pacífica en Colombia.