Fox Corp y Fox News aseguraron estar satisfechos de alcanzar un acuerdo «amistoso» con Dominion Voting Systems, sobre una demanda por difamación por valor de 1.600 millones de dólares que interpuso la compañía, cuyas máquinas hacen un recuento de los votos en las elecciones estadounidenses.
«Reconocemos las sentencias judiciales que declaran falsas ciertas afirmaciones sobre Dominion. Este acuerdo refleja el continuo compromiso de Fox con los más altos estándares periodísticos», reaccionó Fox Corp.
Fox pagará 787,5 millones de dólares para resolver la demanda electoral, según Dominion.
El jurado iba a determinar si una de las mayores empresas de medios de comunicación del mundo difamó a la empresa Dominion al sacar al aire acusaciones de un supuesto fraude electoral en los comicios que ganó el actual presidente Joe Biden frente al republicano Donald Trump.
El juicio arrojaría a luz pública lo que pasó en Fox News en las semanas posteriores a las elecciones de 2020. Este habría puesto en el centro del debate la desinformación que se extendió tras los comicios.
Según Dominion, las estrellas de Fox, como Tucker Carlson, Sean Hannity y Jeanine Pirro, permitieron en sus programas que varios abogados afirmaran que la compañía utilizó algoritmos para supuestamente transferir los votos que había logrado Trump al actual mandatario.
Fox ha admitido haber dicho mentiras sobre Dominion que causaron un enorme daño a mi empresa, a nuestros empleados y a nuestros clientes
comentó el consejero delegado de Dominion, John Poulos.
«Nada podrá compensarlo. A lo largo de este proceso, hemos buscado la rendición de cuentas y creemos que las pruebas sacadas a la luz a través de este caso subrayan las consecuencias de difundir y respaldar mentiras», agregó.
Dominion había dicho que las emisiones con desinformación en la cadena televisiva causaron a la compañía «un daño económico enorme e irreparable».
Eric Davis, el juez del Tribunal Superior de Delaware que preside el caso en Wilmington, ordenó aplazar el juicio el lunes y lo volvió a programar para este martes, mientras las dos partes negociaban en secreto el acuerdo.
Con el trato Fox evitó que sus figuras más conocidas fueran sometidas a un interrogatorio. Se había insinuado que tendrían que haber ido a los estrados Rupert Murdoch, el magnate de los medios de comunicación de 92 años que preside Fox Corp, así como la consejera delegada de Fox, Suzanne Scott.
El fraude nunca se comprobó
Dominion tenía pruebas con una serie de comunicaciones internas en las que Murdoch y otras figuras de Fox admitían en privado que la supuesta manipulación de votos realizada por la compañía era falsa.
Según Dominion, Fox continuó con la desinformación para no perder audiencia. En Estados Unidos es difícil demostrar que un medio mintió de forma dolosa o culposa, pero las comunicaciones internas entre directivos y presentadores de Fox eran, según la empresa, una prueba irrefutable. Varios expertos en la Primera Enmienda dijeron a Reuters que el caso de Dominion era uno de los más sólidos que habían visto.
Las denuncias de fraude hicieron que funcionarios electorales, federales y estatales, ejecutasen verificaciones durante semanas en los estados disputados, pero no encontraron ningún fraude o manipulación de los votos.
Uno de los antecedentes más fuertes en juicios contra medios de comunicación fue cuando en 1964, el Tribunal Supremo de EE. UU. limitó la capacidad de figuras públicas para demandar por difamación. El Tribunal dictaminó que los demandantes tenían que demostrar que los medios emitían material falso con «malicia real» o conocimiento de la difamación pública.
Esto se convirtió en un sólido escudo para los medios y periodistas. Pero la norma legal lleva años en la mira de algunos políticos como Donald Trump y el gobernador republicano Ron DeSantis de Florida.