En un operativo que buscaba recuperar el control de la Penitenciaria de Guayaquil, foco de la violencia carcelaria que azota Ecuador, seis policías y un militar terminaron heridos.
Más de dos mil efectivos también fueron llevados a la Penitenciaría del Litoral con el objeto de continuar con el traslado de presos a otros reclusorios y así disminuir el hacinamiento, pero los reclusos que pertenecen a las bandas de narcotraficantes y que buscan el control de la cárcel se oponen.
El encargado de las prisiones, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad, SNAI, informó que algunos detenidos reaccionaron contra los agentes con actos violentos e incluso han usado artefactos explosivos.
En un comunicado el SNAI informó: “Ante las acciones emprendidas para el control del hacinamiento, que contempla mejoras en la infraestructura y fortalecimiento de la seguridad, personas privadas de libertad -integrantes de grupos de delincuencia organizada- responden con violencia contra servidores de Policía Nacional, Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria, inclusive con el uso de granadas”.
Campaña de recuperación
Esta operación especial de recuperación de las cárceles comenzó este miércoles cuando se conoció la noticia de que al menos dos presos habrían muerto y unos seis resultaron heridos tras enfrentamientos entre las bandas.
En un comunicado desde la Presidencia en Twitter el Gobierno dijo que “¡La paz y la tranquilidad debe imperar en el Ecuador! Desde el Gobierno Nacional y la Fuerza Pública estamos trabajando incansablemente y tomando las mejores acciones para enfrentar a este enemigo que es el narcotráfico.
Este miércoles el presidente, Guillermo Lasso, decretó estado de excepción en las provincias de Guayas y Esmeraldas debido a la escalada violenta que no solo ocurre en las penitenciarías, sino que ha llegado a las calles.
Este jueves el presidente convocó un Consejo de Seguridad Pública de Ecuador, Cosepe, en Guayaquil, ciudad a la que trasladó su despacho para estar al frente de las operaciones de la fuerza pública, y dialogó con las autoridades sobre la difícil situación que atraviesa esta región del país.
Según Lasso la violencia se debe a la decisión del Gobierno de recuperar el control de las cárceles y de enviar a los reclusos a otros centros penitenciarios.
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El presidente hizo un llamado a la unidad nacional y criticó sectores de la oposición porque lo culpan de la crisis carcelaria y su incapacidad de reacción.
Desde Twitter dijo: “La estrategia de traslado de las cabecillas la mantuvimos a cabalidad. Este Gobierno no se doblega ante narcoterroristas: en este país no van a imponer su voluntad. Aquí estamos para hacerles frente y proteger a los 18 millones de ecuatorianos que merecen vivir en paz.”
El Gobierno ha dicho que volverá a tener el control con una estrategia de integral de seguridad y paz, según lo mencionó Diego Ordóñez, secretario de Seguridad Pública de Ecuador, en un informe.
El Cosepe está integrado por el presidente, las máximas autoridades de la Asamblea Nacional, la Corte Nacional de Justicia, altos mandos militares y policiales, entre otros entes.