Se trata de Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporizhia, en el sur. Juntas suman alrededor del 15 % del territorio ucraniano, una extensión de tierra comparable con Hungría o Portugal e incluye a aproximadamente cuatro millones de personas.
Rodeado de aplausos y junto a la presencia de los jefes de las administraciones que Moscú impuso en esos territorios, Putin oficializó la medida, que ostenta un fuerte rechazo internacional.
El líder del Kremlin aseguró que su país está en el inicio de una lucha por una “Rusia histórica y más grande” y rechazó las acusaciones de Kiev y los gobiernos occidentales de que se trató de consultas desarrolladas bajo coerción a los habitantes.
“La gente ha hecho su elección. Una elección inequívoca (…) Esta es la voluntad de millones de personas”, sostuvo el mandatario y agregó que los ciudadanos de las cuatro regiones ocupadas serán parte de Rusia “para siempre”.
Putin también aprovechó su discurso para arremeter contra los gobiernos occidentales que respaldan al país invadido y han suministrado armas al Ejército ucraniano. Occidente es “satánico”, dijo.
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La proclamación ocurre tras la realización de cuestionados referendos, entre el 23 y 27 de septiembre, declarados por Kiev, Estados Unidos y la Unión Europea como “falsos” e ilegales”. Acusaciones que el mandatario ruso rechazó durante su intervención este viernes.
Según las autoridades electorales impuestas por Moscú, las consultas respaldaron al “Sí” de la anexión con hasta un 96%.
Aún no está claro exactamente qué territorios incluiría. Las tropas rusas no controlan todas las localidades de las regiones donde se celebraron las votaciones. Justamente este 30 de septiembre el jefe de la administración instalada por Moscú en la región de Donetsk admitió que el bastión ruso de Lyman está “semi-cercado” por el Ejército ucraniano.
En el caso de Jersón, las tropas invasoras controlan alrededor del 95%. En Zaporizhia, Kiev todavía controla gran parte de la región.
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Con la firma de la anexión, Putin tendrá lo que considera una vía legal para actuar militarmente en nombre de la defensa de territorios que ahora asegura le pertenecen. Especialmente, ante las advertencias del Ejército ucraniano que apunta a recuperar todos sus territorios y que en el último mes le ha propinado fuertes reveses a las tropas invasoras.
El Kremlin anunció este viernes que los ataques contra cualquier parte de la franja de Ucrania que el presidente Putin está a punto de anexionar serían considerados una “agresión contra la propia Rusia”.