El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló el viernes 15 de julio durante su visita a Arabia Saudita, tras reunirse con el rey Salman y el príncipe heredero Mohammed bin Salman (MBS), el poderoso gobernante de facto del reino saudí, considerado por Washington como el autor intelectual del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
En concreto, el presidente estadounidense dijo que había advertido al príncipe heredero de Arabia Saudita de una “respuesta” por su parte en caso de que se produzca otro ataque contra disidentes, en referencia al “indignante” asesinato del periodista saudí.
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“Acabo de dejar claro que si algo así vuelve a suceder, tendrán esa respuesta y más”, dijo a los periodistas en Yeddah, asegurando que había discutido el asunto con el príncipe heredero saudita.
Joe Biden también dijo tras su reunión con Bin Salman que le había vuelto a decir que lo consideraba responsable de la muerte del periodista.
Sangre en las manos
El encuentro entre Joe Biden y Mohamed bin Salman fue el punto álgido de esta gira por Oriente Medio, en la que Washington trata de convencer al reino de que abra las compuertas de su producción de petróleo. Lo que está en juego es la reducción del precio del galón de gasolina en el período previo a las elecciones intermedias de Estados Unidos.
Pero cuando aún era candidato, Joe Biden había prometido tratar a Arabia Saudita como un “paria”, especialmente por el asesinato en 2018 del periodista y crítico saudí Jamal Khashoggi. Una vez electo, desclasificó un informe condenatorio sobre la responsabilidad del príncipe en el asesinato.
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Las autoridades sauditassiempre han negado la responsabilidad directa de MBS en el asesinato.
El viernes, la viuda del periodista, Hatice Cengiz, publicó un tuit con una captura de pantalla de la cuenta de su difunto marido: “¿Es esta su manera de pedir cuentas a los responsables de mi asesinato?”
“La sangre de la próxima víctima de MBS está en tus manos”, añadía, junto a una foto del choque de puños que Joe Biden compartió con el príncipe saudita.
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Una visita estratégica
Una espinosa pero estratégica cooperación diplomática y energética. Joe Biden llegó a Arabia Saudita y espera estrechar relaciones con la antigua aliada de su país con la que marcó distancia.
El mandatario estadounidense se encontró con el príncipe heredero en el palacio real poco después de su arribo a Jeddah, la última parada de su gira por Medio Oriente en la que espera restablecer los lazos con el reino petrolero.
El flujo del suministro mundial de petróleo, que atraviesa un alza de precios, podría depender de la relación entre el presidente de la principal potencia y el monarca saudita.
Durante su parada en Arabia Saudita, Biden también buscará cumplir con su promesa a Israel de respaldar su integración en la región tras décadas de tensiones y conflictos. Con ese objetivo en la mira, el líder de la Casa Blanca intentará un acercamiento entre Riad y su nación aliada.
Al mismo tiempo, el reino busca reforzar su relación de seguridad con Estados Unidos e inversiones para transformar su economía en una que dependa menos de los hidrocarburos.
Por ahora, la visita del presidente estadounidense es considerada por algunos expertos como una victoria para el príncipe Mohamed.
Su ascenso al poder marcó el comienzo de una nueva era para el reino, en momentos en que trabaja para construir una industria militar y de armas y dejar de depender del petróleo como principal fuente de ingresos.
