Naranja y azul celeste. Dos dos colores muchas veces enfrentados en la Copa del Mundo y una rivalidad histórica. Cinco duelos previos ponían a Argentina y a Países Bajos como viejos conocidos. Esta vez, tras un partido tensionante y repleto de disputas, los dirigidos por Scaloni clasificaron en la tanda de penaltis.
En el primer tiempo, una ingeniosa jugada del ’10’ argentino logró desatar el anudado enfrentamiento. Messi encaró hacia el centro del campo y lanzó gran un pase filtrado que acabó el los pies de Molina. El lateral tocó sutilmente el balón a un costado del arco.
Argentina se adelantaba en el marcador a los 35 minutos del primer tiempo. Un tanto que no hizo despertar a la ‘Naranja Mecánica’ que se veía con pocas ideas.
Los asistentes al estadio Lusail, teñido mayoritariamente de azul, observaron un partido estratégico y en el que los dos equipos querían cumplir a cabalidad sus planteamientos de juego, ninguno se atrevía a arriesgar.
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Un error de los neerlandeses derivó en el segundo tanto de Argentina. Acuña desbordó por la banda y encaró hacia el centro del área. El defensa Denzel Dumfries derribó al lateral argentino.
El encargado de cobrarlo fue el capitán argentino. El ‘10’ tomó poco impulso y esperó a que el portero diera indicios de a qué lado iba apostar. Messi mandó un disparo picado al lado izquierdo del arco neerlandés.
Las emociones de las que había carecido el partido se concentraron en los últimos minutos del juego. Países Bajos descontó luego de un tiro de esquina. Weghorst saltó por los aires y lanzó un fuerte cabezazo inatajable para Martínez.
La tensión iba en aumento. Los neerlandeses buscaban centrar al área una y otra vez. Y Argentina defendía con fuerza.
Una entrada de Paredes, que después pateó el balón al banquillo europeo, derivó en la furia neerlandesa enfrentando a jugadores de ambos países.
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El árbitro, el español Mateu Lahoz, determinó que se debían añadir 10 minutos abriendo un final del partido cargado de nerviosismo que parecía estar saliéndose de las manos argentinas. El desconcierto albiceleste comenzó a ser aprovechado por los naranjas.
Una avanzada que tuvo efecto en el último minuto del tiempo reglamentario. Pezzela derribó a Weghorst al borde del área generando una opción clara de gol para la ‘Naranja Mecánica’.
Con una enorme jugada preparada, Países Bajos anotó el descuento en el último suspiro del partido. Un pase entre la barrera argentina y varios hombres neerlandeses habilitó perfectamente a Weghorst, que logró definir rápidamente dejando sin reacción a Martínez.
Argentina mostró su jerarquía y empuje en la prórroga. Los albicelestes tuvieron múltiples ocasiones claras acercándose al arco neerlandés. Pero no pudieron concretar.
La revancha argentina tuvo que esperar hasta el cobro por el punto penal. El arquero albiceleste, que no había tenido protagonismo durante los 90 minutos y el tiempo extra, atajó dos de los disparos neerlandeses.
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Messi, Paredes y Montiel anotaban sus disparos. Y el turno era para Enzo Fernández de liquidar el triunfo argentino. Pero el tiro del futbolista del Benfica se iba por fuera de los tres palos.
Países Bajos tenía una última esperanza: la anotación de Luuk de Jong. El último disparo argentino definiría el desenlace del partido. Lautaro Martínez, que no se había encontrado con el gol en los partidos anteriores y había comenzado en el banquillo, le dio la alegría final a la ‘Albiceleste’. Ahora, tendrá que enfrentarse contra Croacia en la semifinal.
Partido de choques y ánimos caldeados
Lo que comenzó como un partido calmado, difícil de jugar para ambas escuadras, terminó en uno de los partidos más candentes del Mundial de Qatar 2022.
Tras el gol neerlandés, los choques y disputas entre jugadores de ambos jugadores iban en in crescendo. Empujones e insultos surgían desde cada equipo.

En paralelo, el partido se salía de control al árbitro español. Lahoz amonestaba a ocho jugadores argentinos y a seis neerlandeses con tarjetas amarillas. Y Denzel Dumfries terminó expulsado.
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En total fueron 15 tarjetas, la mayor cantidad vista en un partido de una Copa Mundial.
Para muchos jugadores del cuadro argentino, el arbitraje dejó mucho que desear. “La FIFA no puede poner un árbitro así para este partido, no ha estado a la altura”, sentenció el capitán, Leo Messi.
A pesar de todo, el astro argentino terminó sonriente. No solo igualó a Gabriel Batistuta como máximo goleador argentino en citas mundialistas, sino que también manifestó que en Qatar 2022, que muchos ven como una despedida del argentino en el Mundial, ha podido gozar del fútbol y de la cercanía con su equipo.