Amelia Calzadilla, de 31 años y con tres hijos, transmitió el jueves por Facebook un mensaje en vivo, pidiendo a las madres cubanas unirse a sus reclamos.
“Pueblo de Cuba, madres cubanas que te levantas por la mañana como yo, preocupada de que quiten la luz, que no sabes qué vas a dar de comer a tus hijos por la tarde cuando lleguen de la escuela (…) Yo te pregunto ¿Cuánto más vas a aguantar? ¡Porque yo no aguando más!”, dice Calzadilla en el video de más de ocho minutos, en el que aparece acompañada de sus padres y el que se viralizó rápidamente.



Pasadas las 11H00 (15H00 GMT) de este lunes, la mujer ingresó a la Asamblea Municipal del Poder Popular del Cerro, gobierno de su populoso municipio en La Habana, donde fue citada.
Al salir de su comparecencia, Calzadilla se negó a hablar con la prensa.
“Voy a transmitir en vivo para que todas las personas que se han preocupado por mí, que quieren saber, sepan”, dijo brevemente.
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En otro video publicado el domingo, Calzadilla informó que había recibido en su casa la visita de representantes del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único) y que había sido citada a declarar este lunes.
En su mensaje original, al que se sumaron otras madres cubanas, arremetió contra los dirigentes cubanos.
“No queremos hacer más cola para pollo, que es una mierda, no alimento, ni para perritos (salchichas), ni para picadillo ¡Queremos vivir con dignidad, con decoro. ¿Hasta cuándo compadre?!”, cuestiona, además de reclamar por el alto costo de la electricidad y por los cortes de energía que afectan al país desde hace semanas.
“Nos dicen que van a poner corazón, ¡pues póngale también cerebro!”, agrega, aludiendo a uno de los lemas del gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel que reza: “A Cuba ponle corazón”.
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El portal de noticias estatal Cubadebate dijo el fin de semana que el video “es un ejemplo de manual de lo que se llama gestión de la irritación”.
De acuerdo con este medio oficialista, la receta consiste en “tomar un contexto concreto (la escasez, unido a la inflación), se le hiperboliza en sus aspectos negativos, dramatizando sus consecuencias” y se culpa a las autoridades para “exacerbar la irritación” de la población y manipularla.